Porque unos ojos bonitos no tiene porque azules, ni verdes, ni marrones, ni negros, bastan con que sean como los tuyos, con ese brillo especial con el que me miras o que pongas esa mirada de 'hoy me como el mundo'. Basta que los mantengas abiertas mientras me dices 'te amo' y desaparezcan lentamente cuando me besas.